¿Influyen las emociones en nuestro estado de Salud?
Afortunadamente hay suficiente evidencia científica que sugiere que la mente tiene un efecto directo en el cuerpo, tanto para bien como para mal. Ante tanta controversia sobre el tema salud y enfermedades quizás lo que prima es ponerse de acuerdo en estos conceptos.
De manera muy general pero con raíces muy profundas podemos afirmar que tanto la salud como la enfermedad son efectos de una misma causa. Tanto una como la otra, son el resultado de una serie de mecanismos que tienen lugar dentro de nosotros mismos.
Hay una fórmula metafísica que insta: los Pensamientos originan Emociones, las emociones originan Acciones y de las acciones se obtienen Resultados. De lo cual se puede concluir que tanto la salud, cómo la enfermedad, así como el éxito, el fracaso, entre otros, no son más que el resultado de nuestras acciones.
¿Qué nos ha hecho actuar de una u otra manera? esto ha sido producto de nuestras emociones que están encadenadas a la manera de pensar. Nuestros pensamientos se originan de la información que recibimos desde el momento de la gestación. Esta información es lo que dará lugar a nuestros programas mentales.
La investigación ha demostrado que podemos hacer que nuestros cuerpos enfermen simplemente por la anticipación de un acontecimiento futuro o por el recuerdo de una experiencia pasada. En ambos casos son nuestros pensamientos los que crean potentes sustancias químicas de estrés para alterar la mayoría de los sistemas de nuestro cuerpo.
Así que aquello en lo que pensamos y la intensidad de estos pensamientos influye directamente en nuestra salud, en las elecciones que hacemos y en nuestra calidad de vida.
A la pregunta, puede una determinada emoción causar enfermedades físicas como, cáncer, enfermedades respiratorias, alergias, intolerancias, quistes, enfermedades autoinmunes, etc. La respuesta es definitivamente sí.
Entonces ¿Todas las enfermedades físicas tienen sus causas en las emociones? No, pero hay evidencias científicas que permiten afirmar que un elevadísimo porcentaje de las enfermedades tienen sus causas en conflictos emocionales.
Muchas personas plantean que a pesar de haber sido víctimas de conflictos emocionales muy grandes, nunca han desarrollado enfermedades graves como las que hemos enumerado anteriormente, mostrando así, cierto escepticismo a lo que se plantea en este espacio. Eso tiene una explicación: primero, hay personas que son más susceptibles a la enfermedad que otras y eso tiene que ver con lo que se llama “perfil psicológico de riesgo”. Es decir hay personas con ciertas características psicológicas-emocionales que son más propensas a desarrollar enfermedades crónicas. En segundo lugar, debemos recordar que, cada persona es única.
No olvidemos por favor, que poseemos mucho más poder de lo que creemos, sólo necesitamos dar luz a lo que permanece en la oscuridad y eso sólo depende de ti.
No olvidemos por favor, que poseemos mucho más poder de lo que creemos, sólo necesitamos dar luz a lo que permanece en la oscuridad y eso sólo depende de ti.
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